Javier Milei y Elon Musk se reunieron la semana pasada en la fábrica de Tesla en Austin (Texas) y tuvieron un encuentro seguido de una sucesión de memes, pues, no en vano, Musk es un especialista en la creación de los mismos. De hecho, no desaprovechó la oportunidad para lanzar una al mundo. Eso sí, con su especial sentido estético. Buena parte de estos memes estuvo presidida por el doble ok de ambos personajes.
A la sucesión de memes, contribuyeron detalles como el atuendo casual del presidente argentino o que éste llegase al encuentro conduciendo un Tesla. Las comparaciones con otros políticos surgieron rápidamente en imágenes. Algunos de estos otros políticos circulando en coche de caballos.
No es que haya trascendido mucho de lo que hablaron en el encuentro. Tal vez hablaron de criptoactivos, siendo partidarios ambos de este instrumento financiero, y de su regulación en Argentina, América Latina y el Mundo. No, no trascendió casi nada; pero el propio hecho del mismo se convierte en una especie de certificado o confirmación de lo que parece una “convergencia natural”.
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Comparten credo liberal y, en estos momentos, éxito. Desde esas alturas, seguramente hablaron del mundo, como el que habla de su pueblo. Pero lo único que oficialmente trascendió -y esto también puede considerarse habitual- es que tendrán un próximo encuentro, una devolución de la visita en Argentina. Bueno, también trascendió un meme emitido por Musk. Muy a su estilo provocativo: evocaciones sexuales y la frase: “Muy caliente ahora mismo”. Desde que se emitió este meme, un ejército de hermeneutas se afana en su interpretación.
Convergencia tan natural, como, en principio, desigual. Aun cuando ambos se necesiten mutuamente, a todas luces parece que es el argentino el que necesita más del músculo financiero y tecnológico de Musk, que, al contrario, el sudafricano de la capacidad política de Milei.
Así, cabe interpretar el encuentro como un indirecto signo de confianza de uno de los grandes empresarios mundiales y, en cierta forma, portavoz del nuevo capitalismo en el mercado argentino. Pero, desde el punto de vista práctico, Milei no consiguió cerrar acuerdos sustanciales, como, por ejemplo, la apertura de una nueva fábrica de Tesla -o de las otras producciones del magnate- en Argentina. De momento, Musk ha mostrado preferencias por dirigir su expansión en América Latina a través de México.
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