António Guterres, actual secretario general de la ONU, ha puesto de manifiesto que desea crear una agencia internacional que se encargue de supervisar el desarrollo de la inteligencia artificial (IA). Como son numerosos y muy distintos los organismos surgidos de la ONU -desde la FAO a la UNESCO, pasando por el FMI- se ha apuntado al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) como modelo a seguir. Este organismo, con sede en Viena, nació en 1957 para promover el uso pacífico de la energía atómica y controlar su desarrollo.
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ONU IA
En la conferencia de prensa en la que se hizo pública la propuesta, Guterres dejó claro que la decisión depende de los países de la organización. Pero, también, que la ONU quiere tener un papel protagonista en este campo. Tal paso implícitamente asume que la IA puede ser un instrumento peligroso a disposición de países en conflicto con otros países. Este es originalmente el marco de actuación de la ONU, teniendo como horizonte la preservación de la paz y el desarrollo de los derechos humanos en el mundo. Uno de los que ha reaccionado en primer lugar ha sido el primer ministro británico, Rishi Sunak, postulando Londres como sede del nuevo organismo. Como puede observarse, aquí todos corren.
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¿A qué peligros se refiere Guterres? No fueron concretados; pero sí se ha referido a las distintas declaraciones de científicos y expertos poniéndonos en alerta. Situar su amenaza en el nivel de la energía nuclear es hace una especial interpretación de tales peligros. Para el caso de la energía atómica, los peligros de su uso como armamento tuvieron una trágica evidencia en la segunda guerra mundial. Afortunadamente, con respecto a la IA no se tienen tales experiencias. Pero, Guterres no ha dudado en implantar esta lógica preventiva sin evidencias echando mano de la comparación con la energía atómica. La IA es tan peligrosa como la bomba atómica.
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No es la primera vez que se plantea esta propuesta. El propio Sam Altman, cofundador de OpenAI, lo hizo en su comparecencia del pasado mes de mayo en el Senado estadounidense.
La IA sigue dando motivos para que los líderes con proyección planetaria se pronuncien. Primero fueron, a través de una cara, los específicos expertos en IA. Después, fueron políticos y los llamados medios de comunicación de ámbito global, los que no dejaron pasar la oportunidad para pronunciarse. Ahora es el secretario general de la ONU.
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