Hemos llegado a la mitad del mes de agosto, hablando de criptomonedas, stablecoin, web3, metaverso, instituciones, tokenizar o tokenización. Cosas serias. Tal vez demasiado serias para un mes de agosto, el mes de las vacaciones. Pero es que hay que empezar admitiendo que no hay nada más serio que las vacaciones.
Tokenizar agosto
Las vacaciones son serias. Son como nuestro capital más próximo. Pero: ¿se puede tokenizar agosto? Claramente agosto, en sí mismo, no puede tokenizarse, porque pertenece a todos, que es como no pertenecer a nadie y, por lo tanto, no puede capitalizarse, ni tokenizarse. Entonces, la tokenización de agosto pasa por las vacaciones. Para ello hay que partir de algo que seguramente está muy compartido: las vacaciones son un capital, como otros capitales. Hablamos de las vacaciones como un derecho, como “mis vacaciones”, como algo patrimonial. Con independencia de que incluyamos a otros en su disfrute, son “mis vacaciones”, como existe “mi tiempo” o incluso “mi vida”. Por lo tanto, como todo capital, se pueden tokenizar.
Tokenización y estilo de vida de las nuevas clases medias globales
Para no entrar en cuestiones éticas y jurídicas, habría que aclarar que no se trata de tokenizar -poniendo a la venta- los días de que se dispone. Disponibilidad porque no se trabajan, no se dedican al empleo remunerado (reconocidos en la legislación laboral) o la actividad remunerada, o que busca remuneración, en el caso de los empresarios autónomos. Se trata de tokenizar un paquete de actividades, diseñado por nosotros mismos, a realizar en tales días disponibles. Nos quitamos así la posibilidad de que, tokenizando los días disponibles, los adquiera una empresa, como la propia empresa, para que los trabajemos. Cuestión que podría chocar con el derecho laboral.
Tokenizar reservas de hoteles, restaurantes o espectáculos
Se trata de diseñarse un plan de vacaciones, organizando las reservas necesarias. Pongamos que se hace en el mes de enero, por ejemplo. Y tokenizo mi plan. Un diseño de días con las reservas en transporte, hoteles, espectáculos (culturales, deportivos) o restaurantes. Como en todo proceso de oferta y demanda, se revalorizará o devaluará según se aproxime la fecha y las circunstancias en las que se encuentren las experiencias diseñadas. Que tengo la mala suerte de que hay pandemia, devaluación absoluta. Que un destino se pone de moda y cada vez hay menos oferta para concretarlo, pues se revalorizará. Que se anuncia un clima espléndido y los eventos reservados aumentan en atractivo, se revalorizará.
Playa de Prellezo (Cantabria). Foto de @urti2009, en Pixabay
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