Lo cierto es que, desde finales de enero de este año, la cotización de Intel en el Nasdaq venía dando pocas satisfacciones. Pero fue el 31 de julio cuando experimentó una caída importante. Pensar en lo que podía acontecer al precio de la acción de la empresa, según iban llegando las noticias de las caídas de las Bolsas asiáticas, era un panorama poco feliz. Ahora bien, empezar a postear versículos de la Biblia, creo que en poco estimulaba a los inversores a permanecer en la empresa. Tal vez un poco de paciencia, fortaleza y cierta relativización de la situación hubieran sido recomendables. Al fin y al cabo, este caluroso verano está afectando negativamente a las cotizaciones de varias de las grandes corporaciones tecnológicas: Nvidia, Microsoft, Alphabet…

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Gelsinger posteó frases como: piensa cuidadosamente en las sendas de tus pies y sé firme en todos tus caminos. Reclamaba, en este lenguaje bíblico, a poner la mirada en “lo que tienes delante”. Parece que era una llamada a confiar en el premio del futuro, reclamando fortaleza para aguantar los vaivenes de las circunstancias del camino. Pero, después, la interpretación es libre. Sobre todo, en medio de una tormenta bursátil, pues frases así añaden catastrofismo al escenario. Todo ello cuando, después de la tormenta, siempre viene la calma.

Ética protestante

Más allá del potencial efecto de las palabras de Gelsinger sobre los accionistas de su corporación, a quienes principalmente iban dirigidas las frases, lo que resulta más llamativo es esa conexión con las prácticas más antiguas y tradicionales con un espíritu innovador y, viceversa, la unión entre prácticas de innovación puntera y la llamada a la ética protestante. Nuevamente, Weber parece tener razón y parece seguir vivo el vínculo entre ética protestante y espíritu del capitalismo.