EEUU ha propuesto un impuesto a la minería cripto por los efectos ambientales negativos que produce su alto consumo de energía. El impuesto queda recogido en el documento titulado «Explicaciones Generales de las Propuestas de Ingresos de la Administración», presentado el pasado mes de marzo por Estados Unidos paraacompañar el Presupuesto 2025 de su Administración.
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Cabe destacar que la propuesta no es nueva, ya que el año pasado también se presentó el impuesto Digital Asset Mining Energy (DAME) en el presupuesto federal de 2024. Ahora vuelve a presentarse para el año 2025. En la propuesta se dice que la ley actual no proporciona normas tributarias que aborden específicamente los activos digitales, con la excepción de ciertas reglas relacionadas con la presentación de informes de los proveedores de servicios de activos virtuales y la presentación de informes de las transacciones en efectivo.
Minería cripto
Se dice que la minería de activos digitales es un proceso para validar transacciones entre titulares de activos digitales para registrar y transferir activos criptográficamente asegurados en una blockchain. Por ejemplo, utilizando computadoras de alta potencia para realizar cálculos para seleccionar el validador. El esfuerzo computacional que implica la minería puede ser sustancial y, por lo tanto, puede requerir una cantidad de energía correspondientemente grande.
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El aumento en el consumo de energía atribuible al crecimiento de la minería de activos digitales tiene efectos ambientales negativos y puede tener implicaciones de justicia ambiental, así como aumentar los precios de la energía para quienes comparten una red eléctrica con los mineros de activos digitales.
Un informe del año pasado del New York Times destacó la escala del consumo de energía asociado con 34 de las operaciones de criptominería más grandes. Calcularon que era igual a la energía utilizada por los 3 millones de hogares circundantes. La cantidad de electricidad utilizada en la criptominería en los Estados Unidos en 2022 fue similar a la que se utiliza para alimentar todas las computadoras domésticas o la iluminación residencial del país.
Hidroeléctricas
El alto consumo de energía de los criptomineros tiene efectos negativos en el medio ambiente, la calidad de vida y las redes eléctricas donde se ubican estas empresas en todo el país. Los impactos ambientales de la criptominería existen incluso cuando los mineros utilizan energía limpia existente. Por ejemplo, en el caso de comunidades con energía hidroeléctrica, donde a menudo se ubican operaciones de criptominería, el aumento del consumo de electricidad por parte de los criptomineros reduce la cantidad de energía limpia disponible para otros usos, lo que eleva los precios y aumenta la dependencia general de fuentes de electricidad más sucias.
Aumento del precio de la electricidad
El consumo de energía intensivo y a menudo volátil de los criptomineros también puede hacer subir los precios de la electricidad para los consumidores y aumentar los riesgos para las redes eléctricas locales. Eso es así porque pueden sobrecargar los equipos, provocando interrupciones del servicio y riesgos de seguridad.
Sin embargo, debido a que la criptominería es geográficamente móvil y la estabilidad del modelo de negocio sigue sin estar clara, las empresas de servicios públicos locales también enfrentan riesgos financieros si invierten en mejorar la capacidad que puede no ser necesaria si la actividad minera cesa o se aleja.
Objetivo del impuesto
Un impuesto especial sobre el uso de electricidad por parte de los mineros de activos digitales podría reducir la actividad minera junto con sus impactos ambientales asociados y otros daños. Cualquier empresa que utilice recursos informáticos, ya sean de su propiedad o arrendados a otros, para extraer activos digitales, estaría sujeta a un impuesto especial equivalente al 30 % de los costes de la electricidad utilizada en la extracción de activos digitales.
Las empresas dedicadas a la minería de activos digitales deberían informar la cantidad y el tipo de electricidad utilizada, así como el valor de esa electricidad, si se compra externamente. Las compañías que arriendan capacidad computacional estarían obligadas a declarar el valor de la electricidad utilizada por la empresa arrendadora atribuible a la capacidad arrendada, que serviría como base imponible.
Desde el 31 de diciembre de 2024
Las empresas que producen o adquieren energía fuera de la red, por ejemplo, utilizando la producción de una planta generadora de electricidad en particular, estarían sujetas a un impuesto especial equivalente al 30 % de los costes estimados de la electricidad.
La propuesta sería efectiva para los años contributivos que comiencen después del 31 de diciembre de 2024. El impuesto al consumo se implementaría gradualmente durante tres años a una tasa del 10% en el primer año. El 20 % en el segundo y el 30 % posteriormente.
Favorables a las CBDC
Pierre Rochard, vicepresidente de investigación de la empresa de infraestructuras de minería de bitcoin Riot Platforms, destacó que incluso aquellos que utilizan energía solar o eólica se verían afectados. Rochard cree que se trata de una estratagema para suprimir bitcoin y lanzar una moneda digital de banco central (CBDC).
La senadora estadounidense Cynthia Lummis expresó su oposición a la propuesta diciendo que si bien la inclusión de criptomonedas en el presupuesto muestra que la administración puede ser alcista respecto a las criptomonedas, un impuesto del 30% a la minería cripto destruiría el punto de apoyo de la industria en los Estados Unidos.
Alfredo Collosa es especialista en tributación. Contador público. Licenciado en Administración de Empresas. Master oficial en Hacienda Publica y Administracion Tributaria UNED/IEF de España. Certificado Antilavado de Dinero AMLCA (Florida University EEUU) y miembro de MetaLaw
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